FICM 2012 – EDGAR RAMIREZ: «El espíritu del cine no tiene nacionalidad ni presupuesto»

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El venezolano Edgar Ramírez es uno de los invitados especiales de esta décima edición del mexicano Festival Internacional de Cine de Morelia. La carrera de este actor ciertamente es meritoria, pues ha participado en películas en América, incluido Hollywood, y en Europa, donde resalta su rol en la premiada miniserie-película del director galo Olivier Assayas Carlos, por el que obtuvo una nominación a los Globos de Oro. Uno de los talentos de este venezolano, nacido hace 35 años, radica en el conocimiento muy fluido de cinco idiomas: inglés, francés, italiano, alemán y español. En palabras del propio Assayas: «Edgar representaba étnica y físicamente todas aquellas características que el personaje requería. Además el hablar distintos idiomas, lo convirtió en la única opción posible, de la que estoy sumamente orgulloso».

En Morelia se presentó la colombiana Saluda al diablo de mi parte, de Juan Felipe Orozco, donde Ramírez encarna a un ex guerrillero que se involucra en un plan de venganza de una sus víctimas. Esta película habla de un capítulo muy doloroso de la historia colombiana, como fue todo el proceso de la desmilitarización de los miembros de los grupos subversivos y paramilitares, y su intento por reinsertarse dentro de la sociedad civil colombiana y todo lo que ello implica, como vivir con el pasado, lidiar con las cosas que has hecho, el perdón, el perdón como un acto legal, como acto personal. La película plantea preguntas muy interesantes, que al mismo tiempo son universales.

Luego de hacer la introducción de rigor frente a un público muy expectante, pudimos conversar breves minutos. Sobre su experiencia en Hollywood (Bourne: Ultimatum, Dominó, Furia de Titanes 2 o la reciente cinta de la ganadora del Oscar Kathryn Bigelow Zero Dark Thirty, que relata la operación de captura de Bin Laden). Dice el caraqueño que no se siente cínico respecto a las oportunidades que  ha tenido en Hollywood, sino muy agradecido «primero por poder hacer cine, y muchísimo más privilegiado de poder vivir de él. Somos muy pocas las personas que podemos tener la oportunidad de vivir de lo que nos gusta, sea cine o no. Pocas personas en el mundo viven de su pasión. Las infraestructuras son las que cambian, pero el compromiso que tu tienes con el personaje, esas dinámicas que se dan, dentro del espacio sagrado del set, para mí no son diferentes, ni en Hollywood, ni en Francia, ni en América Latina, lugares donde he podido trabajar. He tenido el privilegio de trabajar con cineastas muy comprometidos, verdaderos artistas, que celebran el espíritu del cine, el cual no tiene nacionalidad ni presupuesto».

Otro de los aspectos resaltantes de Saluda al diablo de mi parte  está en el rol antagónico a cargo del actor peruano Salvador de Solar, quien acaba de ser nominado a mejor actor de reparto en los colombianos premios Macondo por este papel. Y al consultar a Ramírez sobre la química que se dio en la gran pantalla entre ambos, declaró: «Salvador de Solar es uno de los mejores actores que existen en América Latina. Es maravilloso, un actor de un nivel enorme y quiero que el Perú sepa esto. Es un actor increíble para mí fue maravilloso trabajar con él. Respetaba su trabajo desde Pantaleón y las Visitadoras, lo he seguido también desde A la medianoche y media que realizó en Venezuela hace varios años. Y poder trabajar con él en una película tan fuerte como Saluda al diablo de mi parte fue gratificante. Salvador es un actor de una estatura que se pierde de vista, es un tipo comprometido, culto, arriesgado, que se entrega por completo que no se reserva nada. Todo lo deja en el set. Su personaje en la película fue superfuerte y que honor tener un némesis como él. El valor del héroe solo se mide frente al tamaño de su enemigo, y mi personaje no hubiera tenido ningún valor sin la presencia de una contraparte tan poderosa como él».