18° FESTIVAL DE LIMA: «Atlántida» y lo mejor del cine cordobés

3768
Compartir

Una de las secciones más interesantes de la edición 18 del Festival de Cine de Lima, es la muestra dedicada al cine de provincia argentina de Córdoba. Desde hace algunos años esa región ha llamado la atención por un ascenso irresistible del nivel de sus producciones cinematográficas y por revelar a un grupo de grupo de cineastas de muchísimo interés. Este año se ha programado el ciclo denominado Cine Cordobés Contemporáneo que incluye siete películas de reciente factura, a excepción de De Caravana, notable cinta que data del 2010 y que es considerada por muchos como la cinta fundacional de esta fructífera movida cinéfila.

Las otras son: Uomo de Rafael Escobar, El grillo de Matías Herrera, La laguna de la dupla Luciano Juncos y Gastón Bottaro, El último verano de Leandro Naranjo, Tres D la segunda película de Rosendo Ruiz (el mismo de De Caravana) y Atlántida, el notable debut de Inés Barrionuevo de la cual escribiremos líneas abajo.

El título nos remite a esa isla mítica, que un mal día fue destruida por un terremoto o tsunami que inundó sus tierras, sumergiéndola en el fondo marino y condenándola al olvido. En el debut cinematográfico de Inés María Barrionuevo no sucede nada tan trágico, pero sí algo sutil, trascendental  e inolvidable como es el despertar sexual de dos hermanas adolescentes. Por detalles visuales, referencias y objetos clásicos nos ubicamos de inmediato en la década de los años 80, el calor reinante subraya esa cotidianeidad angustiante, casi insoportable que se percibe, que domina la atmósfera de toda la película; y un pueblo sureño de la provincia de Córdoba, víctima de la sequía, espera con resignación una tormenta, de resonancias casi bíblicas.

Estas son las coordenadas donde las hermanas pasan sus días. Elena tiene el pie quebrado y está enyesada, y Lucía harta de los caprichos de su hermana porque esta le culpa de su accidente y se aprovecha de ello, la abandona en la casa e inicia una travesía errática al lado de una amiga. Al quedarse sola en casa Elena, se ve obligada a hacer las cosas por sí sola y de repente llega su doctor a visitarla y se atreve, a coquetear discretamente y decide pasar algunas horas con él.

Barrionuevo retrata con una soltura y una delicadeza admirable el mundo complejo donde estas dos hermanas diametralmente opuestas conviven. El chisme del beso furtivo de Elena es la comidilla de todo el grupo, mientras que Lucía estudia para ingresar a la universidad. Así de distintas son estas chicas, que bajo ciertas circunstancias deciden tomar distintos rumbos con el desconocimiento total de lo que podría suceder. Todo lo que vemos es parte del crecimiento de estas chicas y nada más. Es el despertar de la sensualidad, aquella primera exploración de los deseos sexuales. Si la menor opta por seducir, de una manera algo torpe, a su médico veinte años mayor; la mayor bromea, se confiesa, cruza miradas cómplice y finalmente encuentra / comprende, lo que vendría a ser, su verdadera orientación sexual.

Atlántida es otro pilar más de un cine cordobés que no deja de sorprender y revela a Inés María Barrionuevo como otra de sus cineastas de interés. Ahora el foco estuvo centrado en los teennagers, y Córdoba luce como un pueblo suspendido en el tiempo sin la presencia de adulto alguno, como si todos nosotros estuviéramos fisgoneando al interior de un recuerdo entrañable.  Y es que así es de idílico este entorno. Ahí están todos los rituales típicos, las desavenencias, rivalidades y amiste entre hermanos, la frescura e insolencia que les es inevitable, y por sobretodo ese impulso irrefrenable de experimentar las cosas que es potestad y solo se les permite abiertamente a los adolescentes.