FICM 2012: La vida precoz y breve de Sabina Rivas

2683
Compartir

Llega este viernes a los cines mexicanos, tras el estreno nacional del pasado lunes en el marco del X Festival Internacional de Cine de Morelia, la adaptación del «best-seller» del desaparecido autor Rafael Ramírez Heredia «La Mara», que tuvo gran repercusión y vendió más de 300 000 ejemplares, convirtiéndose en novela de culto. Como el libro, la película de Luis Mandoki La vida precoz y breve de Sabina Rivas narra con mucha versatilidad la historia de una chica adolescente que debe lidiar con un contexto de violencia como el que se vive en la frontera entre México y Guatemala. Es un vertiginoso mundo en el que conviven la trata de blancas, la corrupción de los agentes migratorios y lo más trágico, si es posible, la presencia del grupo sanguinario mafioso Mara Salvatrucha.

El segundo punto de interés es que se trata de una superproducción de más de 60 millones de pesos y producida por los reconocidos comunicadores Abraham Zabludovski y Perla Ciuk, que han logrado convocar a importantes inversionistas privados en esta aventura cinematográfica, lo que cual permitido obtener una amplia cobertura mediática previo a su estreno nacional este 9 de noviembre.

La actriz venezolana Greisy Mena encarna a la adolescente del título, quien ejerce el meretricio en un local en un pueblo guatemalteco y continuamente se ve forzada a cruzar la frontera para realizar una serie de trabajos en México. En mi opinión, la elección de esta actriz sería discutible, pues no solo se requiere a alguien que esté dispuesta a asumir varias escenas de violencia física y de desnudez, sino también una mujer que trasmita en su rostro, en su mirada, el real dimensión del personaje, y no siempre lo logra, ya que casi en toda la cinta mantiene una expresividad limitada. Hay una notable diferencia con Stephanie Sigman, la actriz de Miss Bala que con muchos menos diálogos, lograba transmitir todo el estupor y el horror de lo que estaba viviendo.

En La vida precoz y breve de Sabina Rivas todo pasa por una exhibición mecánica y creciente de las desgracias que aquejan a la protagonista y más bien no involucra, ni profundiza en cada uno de los temas de la novela, por ejemplo la referida a la pandilla de La Mara Salvatrucha, y nuevamente pongo por ejemplo a otra cinta, que sí se centro y sumergió en su idiosincrasia, Sin nombre.

Como se declaró anteriormente, uno de sus objetivos en mostrar la realidad, de un modo explícito y crudo para lo cual Luis Mandoki resultaba ideal pues ya lo había demostrado con Voces Inocentes, pero particularmente pienso que el cine además de servir de escaparate de la realidad, y si se va a mostrar sin ningún mensaje de por medio -que felizmente aquí no existe- debe habérsele dado, al menos, más dosis de verosimilitud y de investigación, y no quedarse en lo que parece una mera ilustración de la novela. Siempre es un placer ver el magnífico trabajo de Joaquín Cossio, Mario Zaragoza y Dagoberto Dama, pero ya la identificación con ciertos roles que han realizado anteriormente quizá no haya sido lo adecuado.

No podemos negar el oficio de Luis Mandoki, sabe articular una narración cinematográfica y dotarla a sus historias de un ritmo que nunca decae, logrando que la duración de la película se torne breve. Después que la película tenga alguna trascendencia, eso ya es otro asunto.